En las elecciones locales de 2016, el PAN estuvo detrás de la campaña en contra de la entonces candidata del PRI a gobernadora, Blanca Alcalá, misma donde se hacían acusaciones, ataques y señalamientos muy parecidos a los que Martha Erika Alonso, aspirante actual al mismo cargo, está denunciando como violencia política de género.
Dos años atrás, los spots que promovió el Partido de Acción Nacional, cuando la señora de Moreno Valle fungía como Secretaria General del Comité Directivo Estatal de ese partido, se referían a que la candidata priista debía su posición al exgobernador Marín Torres.
“Todos sabemos quién la hizo presidenta municipal de Puebla”, “Y todos podemos ver que ese vínculo permanece”, “No es ella, es él”, eran las frases que se reproducían en el spot televisivo en donde aparecían las imágenes de Alcalá y de Marín Torres para dar por entendido que, de ganar los comicios el PRI quien mandaría en Puebla sería el “exgober precioso”.
La diputada local experredista Socorro Quezada recordó que los sufragios de 2016, en los que Alonso Hidalgo operó como Secretaria General del PAN, se caracterizaron por la violencia política que ejerció el morenovallismo en contra de las mujeres que participaron como candidatas a gobernadoras Blanca Alcalá, Ana Teresa Aranda y Roxana Luna.
“Hoy Martha Erika se queja de algo que en 2016 promovió contra la entonces candidata del PRI, Blanca Alcalá”, refirió, “y había más elementos para acusar de violencia política en ese entonces que ahora”.
¿A qué quieren jugar el señor Moreno Valle y su esposa? Como el problema ya es directamente con ellos, entonces sí es violencia de género, pero ellos no dejaron en paz a las candidatas de comicios pasados. La verdad no tienen vergüenza y límites mucho menos. En la política el juego debe ser parejo.
El politólogo Juan Luis Hernández Avendaño, catedrático de la Universidad Iberoamericana Puebla, consideró que la resolución del IEEP declarando como violencia de género los señalamientos contra Alonso Hidalgo por su relación con el exgobernador son más bien una “sobrerregulación” que confirma que el órgano electoral está alineado al morenovallismo.
Dijo que desde el punto de vista politológico resulta razonable que los ciudadanos se hagan cuestionamientos sobre lo sano que pueda ser que en una entidad como Puebla gobierne una familia por 14 años.
Con información: www.proceso.com.mx